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vistos desde una perspectiva cargada de extrañeza, algo irónica, irremediablemente melancólica.







martes, 3 de junio de 2008

Crónica nº 26: Incidentes en la partida de Alfredo Di Bernardo (enero 2007)

Numerosos incidentes enmarcaron este mediodía la partida del prestigioso escritor santafesino rumbo a su residencia ubicada en la localidad de San José del Rincón.

Santa Fe, 17 (Télam). En medio de graves incidentes ocasionados por la incontrolable histeria de sus fans, el reconocido escritor Alfredo Di Bernardo inició este mediodía su período de vacaciones. Numerosos seguidores del autor de "Informe sobre miopes", que viene de protagonizar un fulgurante éxito de ventas en la Campaña "En estas Fiestas regale cultura santafesina", organizada por la Asociación Cultural El Puente, se hicieron presentes este mediodía en la Plaza España, sobre Avenida Rivadavia, aguardando la llegada de su ídolo literario. También lo hizo una gran cantidad de periodistas, un buen número de curiosos y una nutrida variedad de vendedores ambulantes que intentaban hacer su negocio ofreciendo merchandising del escritor.

Cuando casi a las 12 en punto, Di Bernardo arribó al lugar, dispuesto a abordar un remise trucho que lo llevara a su residencia ubicada en la localidad costera de San José del Rincón, sobrevino el primer atisbo de caos, y fue necesario improvisar una conferencia de prensa para calmar los ánimos. Cabe aclarar que, si bien Di Bernardo mostró una notable predisposición para contestar todas las preguntas que se le iban formulando, el desarrollo de la conferencia de prensa no fue nada sencillo, puesto que los alaridos y cánticos emanados de la entusiasta hinchada dificultaban la comunicación entre periodistas y entrevistado. El estribillo más escuchado fue el clásico "Y ya lo ve / y ya lo ve / es para Borges que lo escucha por TV", seguido por "Se va a acabar / se va a acabar / la dictadura de Bucay".

Tampoco ayudaban al normal desenvolvimiento de los acontecimientos los incontables ositos de peluche ni las abundantes piezas de lencería femenina que llovían sobre el escritor mientras éste, en un alarde de paciencia respondía a requerimientos tan diversos como "¿Cúal será su próximo libro?", "¿Es cierto que los dirigentes de Colón le ofrecieron ser el nuevo refuerzo del equipo?", "¿Qué es el Ser Nacional?", "¿Cuál es el sentido de la vida?", "¿Quién mató a Kennedy?", "¿Existió la Atlántida?", "¿Qué pesa más: un kilo de plomo o un kilo de pluma?".

Un nuevo pico de tensión general sobrevino cuando una admiradora trepada a uno de los ventanales del tradicional Café Tokio exclamó enfervorizada: "¡Papito, quiero tener un hijo con vos!", mientras dejaba sus pechos al descubierto. Visiblemente fastidiado, Di Bernardo sólo atinó a decir: "Estoy harto de ser un hombre-objeto; no soy sólo una cara bonita", lo cual provocó una nueva oleada de suspiros y alaridos histéricos por parte del público femenino. Luego de unos segundos, pareció que la entrevista seguiría su curso normal Sin embargo, cuando un movilero del programa "Intrusos del Espectáculo" formuló una pregunta respecto de la presunta relación amorosa que mantendría Di Bernardo con la actriz italiana Maria Grazia Cucinotta, el autor respondió "de mi vida privada no voy a hablar", dio abruptamente por terminada la conferencia de prensa y se dispuso a abordar el remise trucho que, a duras penas, acababa de llegar hasta la parada. Allí comenzó la debacle. Mientras el escritor ascendía dificultosamente al vehiculo, la presión del público superó el vallado dispuesto por las fuerzas de seguridad, y éstas, viéndose desbordadas, respondieron lanzando granadas de gas hilarante. El viento norte hizo el resto: en cuestión de segundos, una imparable carcajada general envolvió por igual a periodistas, policías, fans, vendedores y curiosos, mientras el remise trucho se alejaba rumbo a la localidad de Rincón.

Se estima que cuando los agentes del orden terminen de reírse, procederán a efectuar algunas detenciones.

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