La actualidad, lo cotidiano, el mundo de las letras, la música, el fútbol, el cine, los afectos,
vistos desde una perspectiva cargada de extrañeza, algo irónica, irremediablemente melancólica.







jueves, 22 de noviembre de 2012

Crónica n° 81: Tanto universo, Dante (noviembre 2012)




ese bebé / niño / frasquito de posibilidades
Leonardo Pez




 
¿Te diste cuenta, Dante? Espléndido, múltiple y contradictorio, el universo entero fluye a tu alrededor. Aquí y ahora mismo, delante de cada uno de tus pasos, todo late, novedoso, al alcance de tus sentidos y tu curiosidad: números, colores, fragancias, objetos, formas, sonidos, sabores, palabras, animales y personas, partículas y océanos, contundencias y abstracciones.   

 
Es una cosa muy grande el universo, Dante, no te das una idea. Todo gira y gira en una perpetua danza cósmica cuya partitura nadie conoce, una danza que -aunque todavía no lo sepas- también a vos te envuelve, te atraviesa, te concierne. Es algo tan enorme, el universo… ¿Por dónde vas a empezar a estrenarlo? ¿Cuál de sus infinitos costados atraerá tu atención? ¿Cuál de sus incontables regiones te interesará recorrer? ¿Detrás de qué puertas querrás husmear para asomarte al mundo? ¿A caballo de qué entusiasmos lo abordarás? ¿Querrás medirlo, pesarlo y contarlo, o te esforzarás por poner en él cierto orden? ¿Te obsesionarás por comprender las leyes que lo rigen, o te dedicarás sólo a alimentar el disfrute de explorarlo? ¿Lo aceptarás tal cual es, o necesitarás reinventarlo sobre lienzos o pentagramas? ¿Qué barajas sacarás del mazo inconmensurable? ¿Tendrás predilección por lo dulce? ¿Te gustarán más las melodías compuestas en tono menor? ¿Preferirás los colores fuertes?  

 
Varias de las respuestas están ya grabadas en tus genes; lo sé aunque no las conozca. Pero a las otras, Dante, las que no dependen del azar o la biología, ¿qué y quién habrá de sembrarlas en vos? Sos arcilla fresca, todavía. ¿Qué brisa, qué aroma, qué azul te moldearán con huella irrevocable? ¿Qué mimo, qué abrazo, qué tono de voz se volverán refugio vitalicio, oculto para siempre en un recuerdo sumergido? ¿Qué momento de entre tus momentos se erigirá en remanso al cual acudirás, sin saberlo, en la adultez?

 
Sentado junto a vos en el suelo, te miro jugar, escucho tu parloteo de vocablos no siempre inteligibles, espío la inocencia con que empezás a palpar lo inabarcable. Pienso en la vastedad de lo que tenés por descubrir y tamaña inmensidad, te lo aseguro, me marea. Decime, Dante, ¿qué vas a hacer con tanto universo?  

2 comentarios:

Amanda Pedrozo dijo...

¡Excelente! Y gracias por compartir tu interesante blog.

Alfredo Di Bernardo dijo...

Muchas gracias.